La colonia romana de Alba Fucens fue fundada en 304 a.C. y se encuentra en la región de los Equos. La ciudad fue redescubierta en 1949 gracias a una campaña de excavaciones de treinta años llevada a cabo por estudiosos belgas.

Alba Fucens tuvo un papel importante en la historia romana, ya que estuvo involucrada en varios conflictos entre Roma y sus adversarios. La ciudad está rodeada por poderosos muros y en su momento fue utilizada como lugar de confinamiento para los prisioneros de Roma.

Hoy en día, Alba Fucens es famosa por su maravilloso anfiteatro incrustado entre las montañas, pero toda la zona ofrece muchas otras atracciones turísticas. Las excavaciones han sacado a la luz parte de la ciudad, que se presenta como un área central delimitada por las principales calles y rodeada por muros en opus poligonal. Aquí se encuentran el foro, la basilica, el macellum, varias casas pertenecientes a la nobleza local y varios edificios religiosos como el Templo de Apolo, el Templo de Isis y el Santuario de Heracles.

Además, la ubicación de Alba Fucens ofrece un panorama impresionante sobre la llanura del Fucino y el Monte Velino. La ruta de visita también incluye la cima de la colina de San Pedro, donde se pueden admirar los restos del templo de Apolo transformado posteriormente en iglesia cristiana.